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Perfumes con olor a limpio: son aromas empolvados con notas transparentes y etéreas, como el mismo jabón con que lavamos la ropa. Tendencia en Estados Unidos desde hace siglos de belleza, comienzan a influir en nuestra forma de perfumarnos. Repasamos los perfumes que recuerdan en olor a fresco, a ropa limpia o a recién salido de la ducha.

Que huela a limpio es el nuevo que sea fresquito. Las españolas, de siempre rendidas a acordes cítricos, acuosos, frutales o de cualquier otra fuente que asegure frescor inmediato, se van pasando a los empolvados. Esto es, a fragancias con notas ligeras, clásicas, que recuerdan al olor de la pastilla de jabón y los polvos de talco. De forma natural o sintética, el olor a limpio se construye, no es naturalidad total ni mucho menos ausencia de perfume.

Definiendo "lo limpio"

Oler a limpio es oler a perfume. Aunque no a cualquiera, eso sí. Nunca sería considerado como tal uno en el que predominaran notas golosas o de flores blancas, por ejemplo. Este término inventado de 'lo limpio' se puede descifrar asumiendo que hablamos de cómo huelen muchos productos de limpieza. Es decir, con un poco de cítrico, algo de almizcle, iris, lavanda, rosa, pino... La lavadora y la plancha son los nuevos conceptos olfativos. Al menos, eso se detecta en el lanzamiento de fragancias con nombres tan prosaicos como "english laundry" (colada inglesa), "laundromat" (lavandería), "dry cleaning" (limpieza en seco), "fresh laundry" (colada recién recogida)... Porque, si bien en los años 90 irrumpió entre los narices más modernos la tendencia oceánica y combinando ozono, melón y pepino consiguieron reproducir el olor de la lluvia o de la tierra mojada, en estos primeros años de este siglo, influencia de la moda vintage o no, el hit es el enjabonado empolvado.

Hay perfumes con esta vocación que ya son superventas. Por ejemplo, Chloé by Chloé, Essence de Narciso Rodriguez, Iris de Prada, Glow de JLo. Aunque en esta categoría, la marca Clean se merienda al resto y desde hace pocas semanas, se vende ya en España, distribuida en farmacias y perfumerías selectivas. Su primer perfume data de 2003 y para elaborarlo se usó una pastilla de jabón como mera inspiración. Diez años después, sus nueve aromas evocan los placeres más simples de la vida: una ducha, las sábanas recién cambiadas, el frescor de la lluvia, la suavidad del algodón puro...

Descubre en nuestra selección con qué fragancia con olor a limpio te quedas

Por Mamen Infante y Harper's Bazaar.es